miércoles, 29 de junio de 2011

Sin despedidas


La única razón por la que volvería, la única razón por la que cogería un penique y marcaria un numero en una sucia cabina de teléfono, la única razón por la que volver por el camino angosto de vuelta. Es ella.
Pero quién sabe si el camino eliminara las piedras del camino que me impiden volver y si algún día ese rio deja de tener una corriente tan fuerte.
Si supieras que aunque eso nunca pase, aunque me quede atrapado en Alaska, siempre pensare en ti.

                                   ALEXANDER SUPERTRAMP


No hay comentarios:

Publicar un comentario